¿Por qué sacrificaban a las personas?

En Mesoamérica los sacrificios humanos tenían un contexto religioso, ya que según las creencias de los pobladores, los humanos estaban debían de mantener a los dioses y otorgarles tributos para que éstos siguieran mandando lluvia, evitaran catástrofes, etc. Estos tributos eran sangre y vidas.

Se cree que los primeros en realizar sacrificios humanos fueron los Olmecas, pero los antropólogos de hoy no tienen suficientes elementos para comprobarlo.

Los Teotihuacanos sacrificaban a las personas en ofrenda al dios de la lluvia, Tláloc. Las personas que eran sacrificadas generalmente eran traídas de otros pueblos muy lejanos, en condición de prisioneros o criminales. La forma en la que sacrificaban a las personas era sacándoles el corazón con una daga de obsidiana.

Según el pensamiento maya, los ritos eran imprescindibles para garantizar el funcionamiento del universo, el tiempo, el paso de las estaciones, el crecimiento del maíz, y la vida de los seres humanos. Los sacrificios eran necesarios para asegurar la existencia de los dioses, reponiendo a su necesidad de sangre para existir.

Durante el Período Clásico se puso en práctica el descuartizamiento, realizado en ocasiones durante el juego de pelota, mientras que el el Postclásico se sacrificaba a los guerreros arrancándoles el corazón con una daga de obsidiana. Según Tzvetan Todorov, un importante historiador belga, "para los mayas las presas más codiciadas para los sacrificios eran los guerreros de élite de otros pueblos. Si capturaban a algún gobernante o jefe principal, éste era reservado para ser decapitado en una ceremonia especial".

Para los mexicas, la sangre también era el alimento que ofrecían a sus divinidades, a través de sacrificios practicados en las ceremonias religiosas, las guerras floridas y el juego de pelota ritual.

Los mexicas, al ser un pueblo guerrero, solían capturar prisioneros para sacrificarlos a sus dioses, y los sacrificaban, generalmente, aplastándoles la cabeza con una gran roca.

Las guerras floridas eran guerras que los mexicas organizaban para obtener prisioneros para sacrificar. Generalmente "mandaban" a uno de sus pueblos subordinados a atacar a otro y así no exponían a sus propios guerreros. Los prisioneros eran atados por la cintura a un poste de madera o a una gran roca y se les daba una espada de madera, y era atacado por 5 guerreros, de uno en uno, hasta que era herido, y entonces se le extraía el corazón.